El territorio de Biccari muestra, así como también todos los montes Daunos, evidencia de una población estable desde la época prehistórica.

El lugar más importante de la zona identificado hasta el momento, hace referencia al neolítico antiguo (5000 a.C.) y se encuentra en la localidad llamada Serra di Cristo, en la cima de la colina, a unos 4,5 km al sudeste Biccari.

Se trata de un pueblo de naturaleza estacional, el cual en los meses cálidos era frecuentado por los agricultores neolíticos que vivían en el valle de abajo, incluida la famosa “dama neolítica de Biccari”, que se encuentra en una cueva con un rico tesoro funerario y restos de ofrendas de animales. El pueblo neolítico que se remonta al 4 mil a.C. y presenta las mismas características estacionales, se encuentra en la localidad Boschetto a lo largo de la orilla derecha del canal de Organo, 700 metros sobre el nivel del mar, y es uno de los yacimientos neolíticos más altos de Apulia. Es probable que en esta área, y en otras también, se formaran asentamientos a lo largo de las vías fluviales, en lugares estratégicos para controlar la comunicación de las rutas, en la cima de las colinas o en áreas fortificadas desde donde era posible controlar los valles de abajo. Este sistema de centros habitados dispersos se mantiene hasta mediados del siglo IV a.C. cuando, tras estar en contacto con los romanos, hay una transición hacia un asentamiento más compacto en un área limitada y relativamente más pequeña, con un tráfico más regular y con una mayor organización del área civil, económica y religiosa. En esos años este asentamiento es atestiguado por una estela antropomórfica en roca arenisca encontrada en la localidad de Femmina Morta, por los asentamientos de la era arcaica y por los santuarios rurales esparcidos por todo el territorio.

En el período helenístico, se siente un aumento significativo de granjas y necrópolis, mientras que los santuarios de antes siguen presentes. Gracias a los modelos que vienen de las nuevas colonias Latinas (la de Luceria, 341-315 a.C.), hay un desarrollo real en las áreas urbanas. Y de ahí en adelante, Biccari forma parte del Ager Lucerinus. Durante el período romano, nacieron las nuevas granjas, mostrando una exuberancia notable en la época imperial. En la Edad Antigua tardía, muchos pueblos del período romano fueron renovados y reocupados. Comparando estos pueblos con los de siglos anteriores, son menos en cantidad, pero más grandes, como aquellos en Masseria San Pietro, Femmina Morta y Renzone.

No tenemos mucha información del período medieval. El descubrimiento de una pulsera de cobre, con forma de doble cinturón y una sola banda en la parte de atrás, grabada con un nombre femenino (Didona), podría indicar la presencia de una o más tumbas en las laderas de la montaña Sant’Elena, al sur de Vulgano. El objeto podría ser de principios de la Edad Media y referirse a un horizonte cultural lombardo.

El lugar medieval más importante indudablemente es Tertiveri, parte del municipio de Biccari, y que se encuentra a 5 km al noreste del pueblo. La Tortiboli medieval, del cual hoy solo se ven las ruinas de una “casa torre”, nació en 969 como sede de sufragio del arzobispado de Benevento, y luego en el transcurso del siglo XI, se consolidó como una “ciudad fronteriza” ubicado entre el territorio reconquistado por los Bizantinos y el cercano principado lombardo de Benevento. 

Concedido en 1296 por el rey Carlo II d’Aniò a Abd el Aziz, un musulmán de la cercana Lucera, probablemente fue abandonado durante el siglo XIII y en el sigo XV el obispado de Tertiveri se unió formalmente al de Lucera.

Desde los siglos X-XI, el monasterio de San Pietro en Vulgano tuvo una gran importancia en la organización del territorio, cuyas ruinas fueron preservadas hasta la década de 1960. El monasterio fue construido en un área previamente ocupada por una enorme población romana.

Seguramente, el monasterio ya existía en 1504 cuando una viuda llamada Sikelgaita, habitante de Vaccarizza, ofreció sus pertenencias a esta iglesia, “que situm est non longe a cibitate Vicari”.

Esta es la primera vez que el nombre de Biccari aparece en fuentes escritas. En este período, sabemos que la zona estaba bajo la influencia bizantina. De hecho, estos son los años en los que el Catepano Basilio Bojoannes organizó una serie de puestos militares a lo largo de la frontera con el principado de Benevento.

En los mismos años, el vicario Catepano, Bisanzio de Alferana, crea dos núcleos o puestos defensivos establecidos alrededor de dos torres de vigilancia, la torre Castelluccio Valmaggiore y la de Biccari, ambas todavía preservadas.

Primero, el núcleo original de Biccari es fortificado por Pergamo, un oficial normando que forma parte del ejército de Roberto il Guiscardo, y luego se amplía con Guglielmo d’Altavilla, su sobrino.

Desde aquel entonces, la historia de Biccari se caracteriza por diferentes señoríos, entre los que se mencionan la familia Stendardo y Caracciolo.

En 1772 el feudo pasa a la Corte Real de Nápoles y en 1860, luego de un sangriento levantamiento, se une a la unidad de Italia.

 

Gracias a Noelia Noemi Balbi por la traducción.