El recorrido por el corazón de Biccari medieval comienza en la plaza Matteotti, donde se puede admirar una fuente monumental de estilo neoclásico, el monumento en honor a Donato Menichella, ciudadano de Biccari, ex-gobernador del Banco de Italia y el monumento dedicado a los soldados caídos en la guerra.
Subiendo por la Via Roma, donde se iba a erigir una de las dos puertas de acceso al casco histórico fortificado (Porta Torre), se encuentra la cilíndrica Torre Bizantina, construida por Catepano Basilio Bojohannes por manos de su vicario Bisanzio de Alferana, como puesto de defensa de los lombardos del ducado de Benevento y para un mayor control en la Via Traiana. Se trata de una torre cilíndrica de 23 metros de altura con un toro delgado en la parte superior, construido con piedras irregulares, a veces multifacéticas, unidas por un mortero arcilloso. Sin ser sometido a reformas relevantes, hoy se puede apreciar su estructura original. Adentro está dividido en cuatro espacios, una es el subsuelo, accesible mediante una escalera aún visible. Hoy esos espacios son utilizados para montar exhibiciones y como sede de Museo Cívico de Biccari.
Al salir de la torre, se puede visualizar en la mente el antiguo círculo de murallas que rodeaban el corazón del pueblo, que también abarcaba Via Luppi y Via Madonna delle Grazie. Construido por Pergamo, el oficial normando del ejército de Roberto il Guiscardo, se caracteriza por pequeñas torres cuadradas o circulares, de las cuales quedan pocos restos. Luego, con el nuevo señor de Biccari, Guglielmo d’Altavilla, sobrino de Roberto il Guiscardo, el núcleo habitado se expandió hasta la Porta Pozzi. En ambas puertas, Porta Pozzi y Porta della Torre, se agregaron las de Annunziata, Colabastucci y San Quirico.
Caminando por Via Madonna delle Grazie se pueden ver las antiguas calles de adoquines y visitar los museos Etnográficos del Carpintero y Zapatero. Subiendo por la Via Campanile, se llega al Succorpo, donde en el interior de la sala Papa Giovanni XXIII se puede admirar la majestuosa placa dedicada a San Donato, grabada y decorada en oro por los artesanos de Biccari, y así se llega a la iglesia Maria SS Assunta, la principal de Biccari. Esta, es un ejemplo de arquitectura neoclásica que, a mediados del siglo pasado, se construyó sobre una iglesia preexistente fundada en el siglo XVII. La iglesia tiene tres naves, formando una cruz latina, con un solo ábside central semicircular y 10 capillas, 5 por cada nave más 2 en el crucero y 6 pares de columnas sobre zócalos con capiteles jónicos. Se puede mencionar la pila bautismal en piedra tallada a mano, el bajorrelieve que representa la Assunta, el cuadro Pietá en el brazo izquierdo del crucero, pintado en 1584 por Giovanni Orazio De Luca, el cuadro grande de la escuela napolitana de 1775 que decora la cúpula central de la iglesia y la pintura Madonna di Costantinopoli, hecha por Enzo Liberti, un artista de Biccari.
Por la calle Giordano se llega a la Via Domenico Lippi, donde entre varias majestuosas casas, se encuentra el Palazzo La Piccola, construida a fines del siglo XVIII y el palacio Menichella, del siglo XIX, cuya puerta todavía conserva los golpes de hachas de los levantamientos anti-unitarios, que llevaron al asesinato de Domenico Lippi, ex alcalde y símbolo de los ciudadanos liberales de Biccari. Siguiendo, en la plaza Don Sturzo, se puede ver el portal de Palazzo Gallo y finalmente se llega a la Piazza Umberto I, construida en 1876 luego del decaimiento de la antigua iglesia del Purgatorio. Siguiendo por la Via Municipio está el notable Palacio Caracciolo, construido en el siglo XVI por el señorío de Caracciolo, notable familia napolitana. Su original arquitectura de renacimiento se vino abajo por las constantes renovaciones de acuerdo a diferentes necesidades. Desde 1860 es el centro del poder y hoy en día es la sede del municipio. Todavía preserva la cruz original de la Porta Pozzi, construida en 1473 por Matteo Stendardo, señor de Biccari. Es una cruz griega, encerrada en un anillo decorado con hojas de laurel entrelazadas y elevadas fuera de los muros como una defensa sobrenatural del pueblo y con una función propiciadora para el viajero. De las esquinas de la cruz, sobresalen cuatro espadas (hoy hay solo dos), mientras que, en la columna hay dos manos que sostienen el anillo. Por un lado, la cruz lleva la imagen del crucifijo con la Virgen y San Giovanni, mientras que por el otro, a Cristo sentado como juez. Alrededor, en cada placa, los símbolos de los 4 evangelistas.
Por la Via Carceri se llega a la iglesia San Quirico, junto a la puerta homónima. Remontándonos al siglo XIII, es el lugar de culto más antiguo de Biccari y externamente se caracteriza por la terminación de la cúspide, la cornisa cóncava, las dos monóforas, el portal de piedra gris y por el campanario del lado izquierdo. En el interior hay una sola nave con el altar principal, y arcos laterales con restos aún visibles de una cripta y muros piramidales probablemente anteriores a la construcción de la iglesia. Pasando la Porta Pozzi, en la plaza homónima, se encuentra el cruce de la carretera anteriormente descripta.
Finalmente, se puede visitar el convento Sant’Antonio, construido en 1467 por Matteo Stendardo, compuesto de una iglesia, un claustro con otros espacios relacionados a la vida de monástica y una huerta/plantas de olivo. La iglesia, dedicada a Sant’Antonio da Padova, tiene una sola nave y en su interior se pueden apreciar dos altares de madera finamente tallados, construidos alrededor del siglo XVII por Mastro Vito Checchia, y de los cuales uno está dedicado a San Francesco y el otro a Sant’Antonio. En 1776 el convento estaba destinado a ser un lugar de culto teológico, y a principios del siglo XIX fue cerrado y usado como cuartel, mientras que, tras la caída del imperio napoleónico, paso a ser propiedad de los frailes y se convirtió en una residencia estudiantil y de noviciados.
Gracias a Noelia Noemi Balbi por la traducción.